Las características de sus aguas permiten llevar a cabo diversos tratamientos de afecciones reumáticas y respiratorias, trastornos del aparato locomotor, curas de adelgazamiento y celulitis, antiestrés y varices.
El Centro Termal está equipado con modernas instalaciones y personal especializado.
Tratamientos Hidrotermales. Hidrocinesiterapia, baño con hidromasaje, ducha de chorro, ducha en cabina circular.
Hidrocinesiterapia. Ejecución de actividad física dirigida en piscina acondicionada. Actividad orientada al alivio de la sintomatología, aprovechando las propiedades físicas del medio acuático.
Electroterápia. Corrientes interferenciales, magnetoterapia, ultrasonidos, radar, TENS.
Termoterápia. Parafangos y parafina.
Parafangos. tratamiento a base de barros mezclados con parafina aplicado en articulaciones afectadas en procesos de artrosis o reumas.
Parafina. Aplicación en manos de parafina líquida caliente en procesos reumáticos.
Escuela de espalda: Programa de educación y entrenamiento para el dolor de espalda.
Masoterapia: Masajes manuales.
Cinesiterapia: Ejercicios asistidos por fisioterapeuta (articulaciones, espalda...)
Rehabilitación respiratoria: Aeresolterapia, Clapping respiratorio, fisioterapia respiratoria, vaporarium.
Belleza y estética: Manicura, peeling, limpieza facial, depilación, masajes reductores, jacuzzi, baños con sales...
Escuela de espalda
Programa de educación y entrenamiento para el dolor de espalda.
Consta de varias sesiones, en las que los pacientes deben aprender a prevenir y manejar su dolor de espalda, e implicarse en su tratamiento y autocuidado. La mayoría de los adultos padecen de dolor vertebral lumbar (lumbago) en algún momento de su vida. El dolor de espalda sigue siendo un gran problema y la causa más frecuente de incapacidad laboral. Para su prevención y tratamiento, en el Balneario de Chulilla llevamos a cabo programas especiales mediante la enseñanza de normas posturales y el tratamiento con técnicas hidrotermales y de rehabilitación.
Existen 3 clases de ejercicios que se enseñan en la Escuela de Espalda:
Posturas de relajación. Son posturas en las que se consigue una relajación de la espalda, y que es preciso utilizar sobre todo en las crisis agudas de dolor. Por ejemplo, la más comúnmente utilizada: tumbado boca arriba, con las rodillas y las caderas semiflexionadas con un cojín debajo de las rodillas.
Ejercicios de flexibilización. Son ejercicios cuyo fin es aumentar la movilidad de la columna.
Ejercicios de potenciación. Con estos ejercicios se consigue potenciar (aumentar la fuerza) de los músculos que intervienen en el mantenimiento de la posición de la columna y en su movilidad (abdominales, cervicales, espinales).
Salud por el Agua
Xavier Marí i Cerezo | Desde siempre se han conocido las propiedades terapéuticas del agua. Son muchos los manantiales mineromedicinales que se descubrieron al observar el comportamiento de los animales con enfermedades que, de forma accidental o por instinto, se bañaban en sus aguas curativas.
En estos, el éxito de este tipo de establecimientos hidrotermales, puede hacer pensar que las tendencias actuales son una moda.
Por una parte, la utilización del agua como recurso terapéutico por sus acciones físicas (el calor y la menor resistencia de los cuerpos sumergidos) se patentiza claramente en los programas de rehabilitación, dado que se emplea tanto para tratar el dolor como para mejorar la movilidad de las articulaciones.
Por su composición, el agua también se sigue usando para el tratamiento de afecciones respiratorias, así como para el aprovechamiento de sus efectos diuréticos, laxantes o dermatológicos.
Asimismo, también fue utilizada por los romanos para el disfrute y el relax. En la actualidad, el uso del agua como vía para alcanzar sensaciones de placer y bienestar ha generado toda una industria a su alrededor: el termoludismo.
La definición de la salud cuenta con muchas acepciones, desde concebirla como la ausencia de enfermedad hasta considerarla como la sensación de armonía entre lo físico, lo psíquico e incluso lo social y lo ambiental. Claro que también hay quien dice que una persona sana es aquella que aún no ha sido debidamente diagnosticada.
El uso terapéutico del agua puede llevarnos a estados de mejora y recuperación funcionales. El empleo lúdico del agua, en cambio, produce habitualmente sensaciones de placer y bienestar. En los primeros casos, la aplicación del agua debe ser aconsejada, prescrita y controlada por personal médico; en los otros, salvando las limitaciones que imponen algunas dolencias al agua caliente, cada uno decide su uso voluntariamente. En la sociedad de consumo altamente competitiva en la que nos ha tocado vivir, hay dolencias que asumimos como propias de la vida actual y, dado que no comprometen la vida, las aceptamos sin darles más importancia que cuando se agravan. Es por eso que la atención “informal” del cuerpo por medio del termoludismo nos proporciona sensaciones de bienestar.
Balnearios: medicina antigua, oferta nueva
Xavier Marí i Cerezo | El afán innovador de los balnearios nos ha llevado no sólo a la renovación de nuestras instalaciones de alojamiento y tratamientos sino que, en el interés de mejorar nuestra oferta y ampliarla a un mayor espectro del mercado, hemos introducido también nuevos elementos que satisfagan la demanda existente.
Asimismo, cada vez es mayor el número de personas que busca pasar sus períodos vacacionales dedicando parte de los mismos a su bienestar y su salud. Los balnearios son establecimientos sanitarios donde, desde siempre, se ha cumplido una doble función:
La terapéutica, marcada por las indicaciones de sus aguas.
La del descanso y relax que ofrecen sus alrededores y parques, así como actividades complementarias al tratamiento termal.
La entrada de los balnearios en los circuitos de comercialización turística con importante aceptación de los mismos, ha inducido a la creación de establecimientos eminentemente turísticos donde se ofrecen la salud y el agua también como un producto propio, lo que ha llevado en ocasiones a una ceremonia de confusión entre las diferentes ofertas.
El uso terapéutico de las aguas minero-medicinales es una práctica antigua a la que se han venido incorporando técnicas complementarias de diferentes campos de la medicina, buscando la mejor eficacia terapéutica permitiendo, no sólo mantener alguna de sus indicaciones con natural vigencia, sino además incrementar y ofrecer nuevas orientaciones al tratamiento.
La rehabilitación o el estrés son buenos ejemplos de las nuevas ofertas que los balnearios pueden presentar sin perder el camino de su esencia como establecimientos sanitarios donde la terapéutica debe ser el centro de la oferta. El estrés es un conjunto de síntomas y manifestaciones clínicas que presenta un denominador común: estado de agotamiento anímico y físico, con sensaciones de angustia y dolores musculares, que se acompaña de un conjunto de alteraciones del sistema nervioso vegetativo pudiéndose manifestar en ansiedad, palpitaciones, opresión precordial, trastornos digestivos y otros que, sin entidad clínica de relevancia, condicionan un estado de disconfort y de malestar. Todo eso puede atribuirse a situaciones de tensión frente a los retos de la vida cotidiana.
En los Balnearios contamos con dos aspectos fundamentales par combatir el estrés.
Lo que denominamos el “ambiente termal”, determinado por el entorno de los establecimientos balnearios.
El efecto de la aplicación terapéutica de las aguas minero-medicinales y de tratamientos complementarios.
La naturaleza que habitualmente rodea a los balnearios, el aire libre y el ritmo de vida sosegado, aderezado con actividades para el tiempo de ocio, constituyen el marco propicio para favorecer la ruptura con los estímulos desencadenantes de las situaciones de tensión que provoca la vida diaria.
Con los tratamientos hidrotermales combatimos y aliviamos las manifestaciones físicas gracias a su efecto sedante y relajante muscular. Los baños en piscina termal o con hidromasaje, las duchas a presión o circulares, los baños de vapor, etc., son algunas de las técnicas que se utilizan en el tratamiento del estrés.
La apuesta de los balnearios hacia nuevas ofertas, no debe orientarse en los caminos de la indefinición que cuestione y favorezca la pérdida de nuestra principal característica: la terapéutica.
La estética y la belleza, así como la “puesta a punto”, nunca pueden ser el objetivo básico de la oferta en los balnearios; cuando las hay, debe tratarse de ofertas complementarias.
Las nuevas patologías, si requieren tratamiento, encuentran pues respuesta en la vieja medicina hidrotermal, con una oferta renovada.